
Ganar ayuda a ganar. Una máxima que todos los deportistas afirman cuando se instalan en la ola del éxito en la que se ha subido Carlos Alcaraz. A aquel bache en Miami, derrota en primera ronda y desconexión, le siguió un primer título en Montecarlo y una final en Barcelona, un aviso de que había regresado en otro estado mental, físico y emocional que solo Rune y una lesión lo dejaron sin premio en la final del Conde de Godó. Pero era un aviso. A partir de esa tarde, ha entrado en una fase maravillosa que lo lleva de sonrisa en sonrisa, bien sea en rojo: títulos en Roma y en Roland Garros; ya sea en verde, con el trofeo en Queen’s, y más que listo para afrontar la defensa de sus dos coronas consecutivas en Wimbledon.Son 18 partidos sin tacha. Y más allá de los números, lo de «ganar ayuda a ganar» viene sustentado en la confianza que otorga haber sabido descifrar a todos los rivales, haber encontrado las soluciones en cada caso, haber superado los propios fantasmas que llaman a la puerta de vez en cuando, haber mantenido la concentración, el físico y la ambición sin dejar espacio a la tensión, al cansancio, al desánimo. «Parece que todo se me da de cara; la confianza que tengo es de pensar que los rivales tienen que jugar a un grandísimo nivel durante horas para vencerme. Ganar partidos y títulos de te da confianza y esta no tiene un tope», aseguraba Alcaraz, que vive este paradigma por primera vez en su carrera, tras alcanzar 14 alegrías seguidas en tres ocasiones. Le quedan lejos los guarismos de Bjorn Borg (49 y 48), Guillermo Vilas (46), Ivan Lendl (44), Novak Djokovic (43), John McEnroe (42), Roger Federer (41), Jimmy Connors (37 y 36) y Thomas Muster (35). Incluso Jannik Sinner acumuló 26 desde la final de Pekín 2024 (ante Alcaraz) hasta la final de Roma 2025 (ante Alcaraz). Pero es una hoja de ruta que lo impulsa en este 2025, que es, por ahora, el mejor de su trayectoria profesional por puntos, e iguala por títulos a 2023. Una racha que inició en rojo y que estira en hierba que es, así lo dicen los números, su mejor superficie: cuatro títulos –como Nadal, solo por detrás de Borg y Becker con 22 años–, 29 victorias, tres derrotas (índice 0.9; 0,84 en tierra; 0.75 en dura). Una evolución extraordinaria.Noticia Relacionada QUEEN´S estandar Si Alcaraz revalida título ante Lehecka y firma su mejor racha antes de Wimbledon ESTÍBALIZ ALCÍVAR El español vence a Lehecka en una reñida final (7-4 y 6-7 y 6-3 en dos horas y 8 minutos) Se estrenó en 2019, un Wimbledon júnior con entrenamiento con Federer; en 2021, triunfo y derrota; en 2022, tres victorias y una derrota, y en 2023, el salto definitivo: título en Queen’s y su primer Wimbledon. En 2024, repetiría en la Catedral, tras caer con Draper en el ATP 500. En 2025, copa de Queen’s y disparado a su tercer ‘grande’ londinense.Porque hay pocos nombres que asomen para hacerle sombra en esta hierba que domina como pocos. El saque ya rivaliza con cualquier sacador al uso: impactó 15 ‘aces’ ante Roberto Bautista, 18 contra Jiri Lehecka. La derecha fluye más revolucionada y letal que nunca. Se espera el resurgir mental de Sinner –a quien le ha arañado 900 puntos–, apeado en Halle en octavos. «No ha sido fácil competir tras lo de París». Djokovic dará lo mejor que tiene. Y todos aspiran a cortar ese «ganar ayuda a ganar». Pero surfea Alcaraz en una ola de éxito que parece difícil de hundir en la superficie en la que mejor se desliza.