
Lo cuenta Pepe Reina, portero que compartió vestuario con Cazorla en la selección española: «Iker (Casillas) y yo siempre decíamos: ‘Por un Santi Cazorla en tu vida’». Y así lo hizo este miércoles Veljko Paunovic. El técnico serbio le puso sobre la hierba y el centrocampista asturiano solo necesitó cinco minutos para voltear un partido que estaba cuesta arriba y sellar el pase del Real Oviedo a la final por el ascenso a Primera. Cazorla se merece regresar a la élite con el club de su vida. Porque con 40 años tiene la ilusión de un juvenil y la calidad de siempre. Ayer, cuando el Oviedo sufría y dudaba, apareció tras el descanso, y con dos acciones supremas, una pase estratosférico primero y un excelso gol de falta después, resolvió una papeleta que se había torcido. En un pis pas.La película arrancó dura para los carbayones. Con un protagonista, Melamed, que bajo su actual camiseta rojiblanca almeriense lleva tatuados los colores albiazules del Espanyol. Hace justamente un año vestía esa zamarra y junto a sus entonces compañeros eliminó al Oviedo precisamente en la última recta del ascenso. Este miércoles, el mismo Nico pareció salir al Carlos Tartiere con ese recuerdo en mente. Decidido a revivir tan grata experiencia, se plantó sobre el césped asturiano y se adueñó del partido.Excelentemente secundado por Melero y con las aportaciones del resto de jugadores indálicos, el Almería tomó el mando, empujó al Oviedo hacia su área, amagó con un par de ocasiones y en el ecuador de la primera parte logró su primer gran objetivo: se adelantó en el marcador gracias a un gol marcado por el propio Melero, que ejecutó un penalti por mano de Seoane.Noticia Relacionada Racing 3 – 3 Mirandés estandar Si El Racing empata con un gol en propia puerta en el último suspiro y la eliminatoria se decidirá en Anduva Jorge AbizandaPara entonces, Cazorla, suplente de inicio, ya calentaba al trote por una de las bandas azules. Aprovechando la ventaja del partido de ida (1-2), Paunovic había decidido reservar al capitán. Se arrepintió tan pronto como quedó certificada la superioridad visitante en juego y actitud. Con buen criterio, el técnico serbio rectificó. Tiró del pequeño gran centrocampista nada más regresar del descanso, y Cazorla no le defraudó. Sacó su varita, certificó la clasificación del Oviedo y este jueves esperará sentado al próximo y definitivo rival: Mirandés o Racing.