
El Real Madrid quiere cambiar a los árbitros de la final de Copa a poco más de 24 horas de la celebración del partido. No se puede enfangar más. Resulta que se pide considerar como libertad de expresión que directivos, técnicos o jugadores critiquen la labor arbitral; y, sin embargo, nos echamos las manos a la cabeza cuando un árbitro sale en rueda de prensa y se emociona al comentar que a su hijo le dicen que su padre es un ladrón.De Burgos Bengoetxea no ha citado directamente a nadie. Simplemente ha respondido a una pregunta. El que se dé por aludido…Una vez más, se ha puesto a los árbitros en duda. Si hay una jugada polémica este sábado, serán duramente criticados. Si la decisión es contra el Madrid, dirán que ya lo habían avisado, que siempre van a perjudicarlos. Si, por el contrario, va contra el Barcelona, dirán que han sucumbido a las presiones del rival.Y lo peor es no dar la cara y realizar la queja por los cauces reglamentarios. Lo hacen a través de un medio. Mejor dicho, de un periodista afín al Real Madrid.Espero que la Federación no caiga en este chantaje, porque las consecuencias pueden ser terribles. Igual, si deciden cambiar a los colegiados, se encuentran en la necesidad de traerlos de fuera por no querer actuar ninguno de los de nuestra Liga.Deseo que, en la final de Copa, el equipo arbitral, encabezado por De Burgos Bengoetxea, Richi, salga al campo y pueda disfrutar del partido más bonito que se puede arbitrar en España.