
Las esquirlas de la caída en Asunción están a la vista. La derrota con Talleres por penales en la Supercopa Internacional fue un antes y un después en la relación entre el público y los jugadores. La paciencia se agotó y, por primera vez en los dos ciclos de Marcelo Gallardo como entrenador, el hincha de River reprobó masivamente a un grupo de siete futbolistas, apuntados ante el pobre rendimiento. Luego, durante los 90 minutos el equipo respondió a la exigencia y jugó su mejor partido del año en la victoria 1-0 sobre Atlético Tucumán. Los aplausos del final descomprimieron una situación candente y pesada, que dejó tela para cortar e interrogantes a futuro.
Manuel Lanzini fue el más reprobado. Silbado masivamente por el Monumental al presentarse las formaciones en pantalla y altoparlante, el número 10 fue muy señalado tras la caída en Paraguay en la que falló el último de los cuatro penales que River desperdició en la tanda. Detrás de su figura, también cayeron fuertes reproches para Facundo Colidio, Miguel Ángel Borja, Maximiliano Meza y Santiago Simón, protagonistas de la noche fatídica, además de Federico Gattoni y Leandro González Pirez, sin minutos en lo que va del año. La reacción del hincha millonario fue clara: solamente aplaudieron a los campeones de América en 2015 o 2018 y a los juveniles. Al resto, reprobación o indiferencia.